DIARIO MEDICO

9 marzo 2024

 

La revolución 'Ozempic': España, entre los países de la UE con mayor índice de obesidad

Candela Hornero

 

La población obesa española ha aumentado un 51,7% y las previsiones son que esta cifra subirá.

 

Ya no es necesario salir de casa para obtener el plato de comida favorito del restaurante de moda o del debajo de casa, tampoco para llenar la nevera ni para probarse el jersey que se ansia comprar, se consigue tan solo con un golpe de clic. "La humanidad es cada vez más sedentaria, la alimentación más densamente calórica y los hábitos peores: más estrés y menos descanso", afirma Albert Lecube, vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo). "La sociedad nos ha llevado a una situación en la que gran parte de los factores predisponentes a la obesidad, se agrupan y facilitan su aparición. Se restan años de vida", sentencia.

 

Actualmente el 37,8% de los españoles sufren sobrepeso y el 22% obesidad. Cifras que se creen superiores por el infradiagnóstico que existe ante esta enfermedad. La prevalencia en ambos casos es más alta en hombres que en mujeres y las comunidades con las tasas más altas son Andalucía, Región de Murcia y Asturias, junto a las Islas Canarias, según el último Informe anual del sistema nacional de salud. Cabe destacar que en el año 2000, según la Seedo, en España las cifras de obesidad estaban en torno al 14,5%. En casi 25 años han crecido un 51,7%.

 

Con estos datos es clave una solución real que ataje el problema. La nueva hornada de fármacos antiobesidad que están por llegar "son la herramienta perfecta. No solo porque ayuden a reducir el peso, sino porque también tienen repercusión en las enfermedades asociadas: diabetes, riesgo cardiovascular...", explica Cristóbal Morales, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Vithas Sevilla y del Hospital Universitario Virgen Macarena.

 

España está entre los países de Europa donde la obesidad es más elevada. La salud pública se enfrenta a un desafío creciente en todo el mundo. Para 2035 se calcula que más de la mitad de la población mundial vivirá con sobrepeso y uno de cada cuatro con obesidad, si no mejoran las medidas de prevención y tratamiento. El exceso de grasa contribuye a numerosas enfermedades no transmisibles y se relaciona con más de cinco millones de muertes en todo el mundo cada año, siendo más de la mitad menores de 70.

 

La obesidad es muy compleja porque "no se puede limitar a que el paciente come mucho y se mueve poco", subraya Lecube. "Hay muchas causas que aún desconocemos, y lo que actualmente se está tratando son los factores contribuyentes, que provocan que determinadas personas tengan más tendencia a acumular tejido adiposo y por lo tanto, a desarrollar obesidad". Estos son la nutrición, la actividad física, el estrés, las horas de sueño, algunos fármacos, algunas enfermedades endocrinas, los contaminantes ambientales, y la genética.

 

"No hay ninguna enfermedad que no sea más frecuente a medida que se va ganando grasa". La obesidad puede influenciar casi en cualquier patología. Las más comunes son la diabetes tipo 2, el síndrome de apneas del sueño, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y mentales, y, al menos, trece tipos de cáncer. "Todas las enfermedades que te imagines tienes más riesgo de padecerlas si sufres obesidad", acentúa el vicepresidente de la Seedo.

 

Tratar la enfermedad desde la infancia es fundamental. El 55% de los niños y niñas con obesidad serán adolescentes con la enfermedad, y el 80% de los adolescentes lo serán en la adultez, según el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030).

 

Actualmente se calcula que el exceso de grasa afecta a cuatro de cada 10 niños, y a tres de cada 10 adolescentes, según el último dato disponible para España del estudio Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad (Aladino). Los casos aumentan más rápidamente entre los niños que entre los adultos, y para 2035 se prevé que se duplique (con respecto a los niveles de 2020). Su prevalencia es tan elevada que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha declarado "epidemia del siglo XXI". Los datos de la Iniciativa COSI (Childhood Obesity Surveillance Initiative) sitúan a nuestro país entre los estados de la UE con mayor prevalencia de obesidad y sobrepeso infantil junto con otros países del sur de Europa (Chipre, Grecia e Italia).

 

Según un estudio de la OMS en el que han participado 33 países y casi 411.000 escolares, los niños españoles son los que menos consumen vegetales diariamente en la UE y ocupan el tercer puesto en cuanto fruta fresca al día.

 

"El tratamiento es complejo debido a la cantidad de factores contribuyentes", afirma Lecube. Aparte de la alimentación, ser activo y tener buenos hábitos, otra de las grandes ayudas se encuentra en el tratamiento farmacológico. "En los últimos años están apareciendo diversos fármacos que son útiles y cada vez con mayor potencia", cuya función es disminuir la sensación de hambre.

 

Uno de los más revolucionarios ha sido Ozempic, medicamento para la diabetes tipo 2 que está teniendo buenos resultados. A los que le sigue una larga familia: Wegoby, Saxenda... "Son seguros y eficaces, pero tienen que ser manejado por manos expertas. Es un fármaco que salva vidas", subraya Morales. "Por eso hay que dejar que se prescriba solo desde las unidades hospitalarias que manejan los casos de obesidad y abordan a los pacientes de forma multidisciplinar".

 

En los casos en los que la obesidad es más grave se realiza una reducción de estómago, "pero eso no es la cura de la obesidad, sino que es un tratamiento más", aclara Lecube. "La cirugía bariátrica está financiada, pero las listas de espera son muy largas, y solo se opera al 1% que lo necesita", cuenta Ana de Hollanda, coordinadora del Grupo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

 

El tratamiento farmacológico aún no está financiado, por lo que todo va a cargo del paciente. "Rondan los 130-150 euros al mes", apunta Lecube. "Hay muchas desigualdades en obesidad, y el acceso a los tratamientos es una. Los que pueden lo empiezan, otros a los dos o tres meses lo dejan... La obligatoriedad de tener que autofinanciarse solo consigue que este incumpla con frecuencia".

 

Actualmente no se trata la obesidad en sí al no ser recocida cómo enfermedad, sino que se aborda una vez que aparecen otras patologías. Se calcula que no actuar en prevención genera impactos económicos para las personas y las naciones, que continuarán aumentando, independientemente del contexto económico y geográfico, si las tendencias actuales continúan. Así lo expone un estudio sobre consecuencias económicas del sobrepeso y la obesidad publicado en BM Global Health.

 

El Atlas Mundial de la Obesidad 2023, publicado por la Federación Mundial de Obesidad, predice que el impacto económico global del sobrepeso y la obesidad alcanzará los 4,32 billones de dólares anuales para 2035. Casi el 3% del PIB mundial, esto es comparable con el impacto de la Covid-19 en 2020. Los más evidentes son los costos sanitarios directos asociados con el tratamiento de patologías atribuibles y los costes indirectos por la pérdida o reducción de la productividad y el capital humano.

 

Aunque es difícil de medir, el sesgo del peso también impone costes económicos. Los resultados para España son impactantes según un estudio de la OCDE: supone una reducción de 2,6 años en la esperanza de vida de la población, es responsable del 9,7% del gasto sanitario y reduce la productividad laboral en el equivalente a 479.000 jornadas laborales anuales, lo que en conjunto supone una reducción del PIB del 2,9%. Para cubrir estos costes, cada persona en nuestro país paga 265 euros de media al año en impuestos. Dicho análisis indica que por cada euro invertido en prevención en España se recuperarían seis.